Fimosis

La fimosis se produce cuando el prepucio, que es la piel que recubre el pene, no se retrae (total o parcialmente), e impide que el glande quede descubierto.

En los bebés la presencia de fimosis no se considera un trastorno serio, ya que suele resolverse espontáneamente en casi la mitad de los casos durante el primer año de vida, y hasta en el 90% de los niños antes de que cumplan los tres años.

  • Si está presente desde el nacimiento -lo que se conoce como fimosis primaria-, la causa es en realidad una deficiente formación del aparato genitourinario durante la gestación.
    Cuando aparece posteriormente -fimosis secundaria-, suele deberse a las retracciones bruscas del prepucio del bebé por parte de los familiares para su higiene. Hace años se manipulaba la piel del prepucio en los bebés para intentar replegarla cuando esto no ocurría de forma espontánea; actualmente, por el contrario, se aconseja a los padres que no fuercen esta dilatación porque resulta doloroso para el niño y, además, se provocan heridas o pequeños traumatismos que, al cicatrizar, causan adherencias que impiden la correcta retracción de la piel del prepucio.